La realidad como sueño

Qué tal si le diesemos la vuelta, qué tal si soñar fuera lo real y lo real fuese un sueño. Qué tal si todo lo que vivimos son efectivamente experiencias, pero experiencias que son señales, como los sueños, experiencias que nos van indicando con flechas invisibles si es por aquí o por allá.

Muchas veces queremos que todo se nos explique con palabras. Creemos que aclarar las cosas es únicamente hablándolas. Y muchas veces salimos más insatisfechos de como estábamos al principio porque nos damos cuenta que todos los seres humano no podemos ser directos, no podemos ni queremos enfrentar la realidad. Es parte de nuestra naturaleza,no digo que sea bueno o malo, solo así es.

Y si nos diesemos al ejercicio de ver la realidad como sueño, podríamos darnos cuenta que decimos mucho más cuando nos quedamos callados, cuando no miramos a los ojos, cuando le damos vuelta a las cosas.

En las redes sociales no existe casi nadie que exponga su sufrimiento. A menos de que sea un anuncio momentáneo de alguna ruptura, casi todos los mensajes quieren reflejar que somos los más felices, que no tenemos problema alguno. Perfiles donde se presumen las fotos familiares, los lugares a donde se viaja, lo unidos que son. Y es difícil de creerlo. No digo que no existan excepciones pero la verdad es que no todos somos así de felices de foto de estudio. Lo que pasa es que esas personas han sabido jugar el juego de esta vida. De eso se trata, ¿por qué habrían de ventanear sus íntimidades? ¿Por qué habríamos de saber que ya no hacen el amor, que ya se aburrieron, que a ocultas se engañan y se acuestan con otros? ¿por qué habríamos de saber que están endeudados hasta las uñas? Nadie quiere saber de esas desgracias...o sí, pero no en estos medios. La gente ss saca de onda si pones noticias para ayudar a Túnez o a algún preso político. Sólo quiere tomarse la foto del último chic lugar en donde comieron con amigos entrañables. ¿Será? Y si no es qué importa. La cuestión es saber manejar esto que llamamos realidad y que está plagada de irrealidades. Hay que analizarlo.

Qué tal si la realidad solo es un sueño. ¿Para qué atormentarse tanto? ¿Para qué elucubrar incluso en un arrebato arrojarse por la ventana, si a todos nos espera el mismo destino? Tarde o temprano, nadie saldremos vivos de aquí. Mejor disfrutar estos brevísimos momentos en esta Tierra tratando de vivir de manera realista, vivir soñando o viceversa.