Lunatics: Todo lo que bajo la mirada de la Luna nos vuelve locos...bienvenido

Luna rige las olas del mar, hace crecer las cosechas, controla el ciclo menstrual. Llena provoca accidentes tecnológicos, enerva a las personas, muchos nos dejan...otros llegan. La luna nos late
LUNATICS: NOS ALUNIZA NOS VUELVE LOCOS LA LUNA

lunes, 9 de mayo de 2011

Arcimboldo Archiimaginativo Archilúdico



Hasta el 22 de mayo se expone en El Palcio de Milán un conjunto de obras del Giuseppe Arcimboldo (1527-1593).

Esas obras que nos extrañan y nos divierten, estilo que en el público mexicano es muy bienvenido. Al público le encanta descifrar y arrojar ideas de cómo el pintor "retrataba" al personaje perdido entre frutas, siendo esas frutas.

Dalí lo redescubrió para nosotros y no es para menos que lo amara también.

Hay algo de grotesco en las pinturas, algo de monstruoso, un misterio humano para ser devorado. ¿Me comería una fruta salida de un cuadro de esos? No lo creo: no sería una fruta sino una parte del rostro de un ser que podría quitarnos el sueño si lo viesesmos en vivo y a todo color.

Colores, no dejan de brillar las frutas en un ambiente de oscura elegancia...algo se nos oculta en estas obras y no es el rostro, algo se nos oculta que se nos revela: ese espíritu, esa ánima casi de terror que suponemos habita en esos personajes.

Ellos frutas, pero si nos vieran seguro nos devorarían.

"Ningún hombre me poseyó tanto como tú", Edith Piaf


Qué hombre no querría escuchar estas palabras, leerlas al menos. Yo he sabido de este tipo de amores, todos lo anhelan, algunos lo han vivido/sufrido. Porque estos amores, de esos niveles de fuego, con esos arranques, con maldiciones y bendiciones, embrujos y hechizos y caídas a la realidad irreparables son sufrimiento. Son anhelo, son esperanza y son una desilusión constante. Como si uno gustara de sufrir, como si el amor, el más enfurecido y arrebatador y hambriento, fuese ese que no se deja atrapar.

Y lo negamos, y lo racionalizamos, pero quien no lo ha vivido anhela caer en el yugo de ese amor cruel y despiadado. Así vivió ese amor secreto por un más o menos un año, la gran Edith Piaf.

Ya había salido un libro con sus misivas, pero estas se sienten en un grito desesperado de deseo que hacen temblar. El depositario de esos deseos fue un atleta, Louis Gerardin, campeón de ciclismo de persecución.

Piaf amaba "sus hermosos muslos y lindas nalgas", ella era tan encendida, tan pira, tan volcana que el campeón sucumbía y llegó a confesar que cuarenta y ocho horas con Edith era más agotador que competir en el Tour de Francia."

Ella le escribió: "Esto es lo que me gustaría antes de partir a Estados Unidos. Estar tan agotada, tan llena de amor, que no pueda hacer el amor durante meses, sino esperar mi maravilloso regreso para estar contigo de nuevo como tu perrita mascota". Si esto no es estar en llamas, no sé qué sea entonces.

Esos amores que nos extinguen pero que siempre dejan una llama por ahi aguardando para prenderse de nuevo y acabar con nosotros.

Me llegó tanto esto que escribe la Piaf que casi se me rueda una lágrima. Esos amores que ya no, pero que se anhelan tanto, tal vez porque sea nuestro único asidero a esa realidad tan inasible, a esa unión tan terriblemente maravillosa que es estar con quien adoras.

Pero, también de acuerdo con su amante, esos amores de persecución son agotadores. Se cansa uno de correr tras, se cansa uno de estar siempre en competencia. Entonces, ya sin fuerza alguna, ese amor se desvanece poco a poco en el tiempo y es ya demasiado tarde para rescatarlo.

Piaf cierra, "Ningún hombre me poseyó tanto como tú...te ammmmmmmmmmmmmmmmmo".

Tengo que leer ese libro completo. A ver si se desaprende algo.

Lady GAGa, descaro sin aspavientos



A propósito de los llenos completos en sus recientes presentaciones en México digo de Lady Gaga lo siguiente:

Tiene un cuerpo increíble...y no sé si rostro de arrpentimiento, no me atrevería a aseverar eso de una mujer. Lo que jala de ella es su personalidad. La siento sincera. Con un descaro muy suyo, auténtico. Una mujer con los pies (pese a que pise plataformas altísimas) en la tierra.

Dice cosas como, "hay que saber lo útil que puede ser la fama". No se pone a decir tonterías para "apantallar" o para aparecer como una desquiciada. Contradictoriamente a lo que su imagen provoca a las buenas conciencias, no es una loca.

Le siento esa sinceridad "monsterballeana" de que estamos en un tiempo en el que debe ser permitido ser quien se quiera ser, quien se sueña.

Diversión, diversidad, libertad sin libertinaje, tolerancia que ni se menciona, su música si podría ponerte a bailar en un club, aunque no sea lo que yo estaría escuchando en mi ipod; la actitud de esta mujer me gusta: sabe que es comercial, sabe que provoca pero no anda proclamando ser la sustituta de nada, ni la reina de nadie, ni se quiere ostentar la innovadora de esto o de aquello. Y sin embargo, sabemos a quién a venido a sustituir e incluso con mucho más talento.

Esta mujer no parece gringa, parece de otro planeta, totalmente tranquila, cool, sin problemas. Una mujer que te transmite que, no tiene traumitas ni ataduras.

El detalle de que le hayan cantado el "Cielito lindo" fue conmovedor para ella, y le creo.

Cuando le crees a una estrella inmediatamente ocupa otro lugar en tu escalafón de artistas, estrellas y toda esa constelación tan errática.

Vamos, que me cae muy bien la Lady Gaga, hace música, su música, sin que le ganen las banderas ni las causas.

Profesional, sabe darle a su público, fiel público, lo que espera de ella.

Buena vibra, Lady GAGA.

Sicilia, una marcha, una petición: paz




Gracias a la marcha encabezada por Javier Sicilia y a sus réplicas en varios paises, el presidente Calderón sale en televisión con una actitud más calmada y de diálogo.

La presión internacional es para mí la razón por la cual la reacción del presidente es más clara y sobria. Es benéfico escuchar que buscará un encuentro con el poeta. Así sea.

Es la primera vez en muchas apariciones que no sale manoteando, con la ceja arqueadísima, con los ojos inyectados y el grito pelado que tanto es del agrado de las personas de inclinaciones conservadoras.

Punto y aparte de esto, admiro mucho que Javier Sicilia, un muy buen poeta mexicano, continuara hasta el fin, hasta el término de la marcha en el Zócalo capitalino con un tono pacífico, tranquilo, hasta amable. Exigir amablemente no resta méritos, para mí los acrecenta.

Entre el público se escucharon unos, "¡Muera, muera!", cuando Sicilia solicitaba la renuncia del encargado de la Seguridad pública del país; el poeta respondíó, "no, compañeros, que no muera nadie, no más muertes; que renuncie, que no muera, venimos pacificamente." Eso me ganó aún más. El poeta le hace honor a su pasión por la palabra más alta y al silencio que ha guardado por el dolor de haber perdido a su hijo.

Un ejemplo que sobrepasa los intentos de un Marcos (de quién ya no sabemos nada y que se ha desdibujado desilusionando a una gran parte de quienes estamos con las exigencias de quienes representa el EZ), un ejemplo de que poco a poco, cuando uno mismo ha pensado que las marchas ya no sirven de nada, se puede exigir, se puede aspirar a mejorar las cosas.

Claro está que es muy fácil echar abajo estos esfuerzos, que es sencillo bajar los brazos y conformarse con un "no va a cambiar nada". Tal vez no cambie nada de la noche a la mañana, tal vez jamás cambie; pero que las voces se escuchen, que se hagan oír, esas que expresan que no se está de acuerdo con las decisiones que toma un gobernante de manera unilateral, sin considerar la opinión de la gente para quien dice gobierna, son no solo válidas sino vitales, indispensables, inevitables.

Mi más sincera adhesión a Javier, mi más franca admiración y mi adhesión.

Discutamos, hagamos reclamos pero en el tono ejemplar de un poeta.

Quien paz quiere en paz debe andar hasta en el más mínimo momento de su vida.

La muerte de un concepto, la inmortalidad de un mito


Verdad o triquiñuela; momento preciso para elevar encuestas, oportunidad única para terminar de una vez por todas con un concepto e idea, ya de proporciones míticas, que representaba Osama Bin Laden.

La imagen del ser maligno, el enemigo del mundo libre. Ese alguien que, con un poder casi inconmensurable, tenía la habilidad de enviar los mensajes que quisiera, aparecer y desaparecer cual sombra.

La imagen de un mundo que Occidente percibe como bárbaro y atrasado. Una idea, errónea si se generaliza, de que un turbante significa ser terrorista.

Una idea ignorante y por ello filosamente andando en un sentir igual de violento de que quien deposita su fe en Mahoma y se proclama musulmán es terrorista.

Nada más lejano de la verdad. El Islam nada tiene que ver con sus reductos extremos. Muchos menos el Corán, uno de los libros más hermosos que hayan escrito (se dice que fue el arcángel Gabriel quien se lo dictó a Mahoma). Tan bello como la Biblia.

Asombra que personas que tienen un título profesional, que supone acceden a un nivel superior de instrucción, se enciendan como piras al solo leer o escuchar esos términos.

No hay duda de que Osama Bin Laden fue el responsable intelectual de los atentados en las Torres Gemelas de Nueva York, él mismo lo reconoció y casi se regodeaba en ello.

Pero también las innumerables preguntas que quedaron flotando en el aire continuan: los rumores sobre su sociedad de negocios con la familia Bush y Enron y Halliburton, los más grandes corporativos petroleros; su coautoría en los atentados junto con el propio George W. Bush; su muerte misma.

Negociada o no, la salida de escena del personaje Bin Laden le da un respiro y un empujón a la administración de Barak Obama.

El propio Bin Laden podría echar abajo, ahora no torres de concreto sino de percepción, si apareciera de pronto en otro video. Se ve difícil.

Porque si lo negociaron, Bin Laden podría rasurarse ya y dedicarse a lo que siempre se ha dedicado, a su verdadera religión: a los negocios, a hacer dinero.

Porque si murió antes de una enfermedad renal (se rumora también) muerta está la posibilidad de que reaparezca, obviamente.

Porque si en verdad lo mataron, y con los cuestionamientos de quienes exigían hacerle un juicio en la Haya, fue sin duda algo que se buscó él mismo. Y siendo esa una guerra, y siendo ahora las guerras que no respetan ningún código de honor, punto final sabrían todos que tendría esta situación.

Pese a que su organización podría dar visos de resucitación, la pérdida de un líder de ese calibre, desmoralizaría a sus seguidores.

Además, también circula la versión de que el mismo Bin Laden ya se sentía "agotado" de esa lucha sin un objetivo claro ya. Sus negocios era lo más importante, la guerra santa no tanto.

Otros han asegurado que E.U. al asesinarlo lo elevo a nivel de mártir. La verdad es que para sus seguidores nada ni nadie hubiese cambiado esa idea.

Porque la gente aquí y allá es manipulable a través de la religión (sea dios, sea un balón) y nada de lo que se les pudiera explicar "en términos fríos" podrá hacerles cambiar de opinión.

En un mundo que denominamos real, el de las percepciones es el que rige nuestra vida cotidiana.

A nadie nos gusta la verdad.

Así que los mitos siguen para quien siempre los ha seguido. Los mitos no mueren.

viernes, 6 de mayo de 2011

decir no es hacer / hacer es hacer



esta cosa es de acción

de palabras acción

de palabras verbo no verbales

todos pueden decir todo lo que deseen

incluso podrían matarte con palabras

sin matarte

podrían decir que te adoran

podrían decir que te extrañan

podrían decir que quieren pasar una eternidad contigo

o una noche

se puede decir mucho del decir

pero el decir que vale es el que se hace

esas palabras que se vuelven verbos

esas palabras sustantivas que se sostienen con los besos

esos juramentos que se cumplen compenetrados

aunque sea una noche

un momento

un suspiro

nada ni nadie jamás podrá cambiar eso que dicen los ojos

eso que te dicen los ojos cuando te dicen lo que sea

los decires se han agotado y no se agotan

porque todos los explotamos

fundamos reinos en ellas

levantamos naciones con las palabras

y las acciones sostienen o derrumban

decir ilusiona

hacer vuelve real

vuelve verdadera la ilusión

o

desilusiona

vuelve real el sueño

o

se olvida

hagas lo que hagas, haz

digas lo que digas, haz

q mi corazón solo se entrega en

latidos sentidos

lati

dos

sen

ti

dos

decir no es hacer

hacer es hacer

y yo contruyo cosas