martes, 12 de octubre de 2010
Día de lo que ya no: ¿la raza? ¿Américo o Colón?
Hace poco alcancé a ver la conclusión (apenas unas palabras, y desde ese día ando con eso en la cabeza) de un programa dedicado a la historia de México, llamado, precisamente Diálogos por México. En él, uno de los especialistas aseguraba que la noción de raza era ya imposible. Es decir, que no existía en sí misma una razón que supusiera la existencia de las razas. Que tan sólo había sido un ardid discriminatorio.
De pequeño recuerdo que nos decían que las personas se dividían por el color de su tez: que si blanco, que si negro, que si asiático (no decían amarillo. Tal vez porque los amarillos son más los chinos que los japoneses. Estos últimos no son amarillos.Y los otros no estarían muy contentos de que uno les pegara ese mote así como así: oye, tú eres amarillo), que si esto o el otro.
La verdad no he encontrado el dato exacto y tengo qué, pero ahora que se supone celebramos una fecha que tiene como título "El Día de la Raza", saltan a mi mente esas palabras y algo dentro de mí las comparte. Pues, en efecto podríamos "dividirnos" por colores, pero bien mirado, esta división es eso: una separación. Una clasificación que bien podría ser útil para no sé qué tipo de estudios hoy día.
Hoy siento que ya no tiene mucha validez, en efecto, hablar de "razas", si no es como un dato puramente descriptivo. De otro modo, sí supone un acto segregatorio, bien intencionado o no (¿habrá divisiones bien intensionadas?)
Que si el descubrimiento de América fue una chapuza, de eso se ha hablado hasta el cansancio. Cada año, de hecho. No lo sabemos. Dicen, dicen que Colón quería probar su necedad hallando una ruta más corta a las Indias (sin duda lo encontró a las indias, jóvenes lozanas, con esa morenía que aún hoy nos arrebata); que ni cuenta se dio de que estaba en América. Y nos fijamos más en lo que supuestamente habrá logrado Colón y no Americo Vespucci (checo cómo se escribe bien su apellido: sí, así) quien tiene el nombre igualito al continente que...sí, descubrió. O será viceversa.
La cosa es que no pelamos tanto a Américo por América sino a Colón por sus Colonias. ¿No está como que raro?
De nuevo la cultura puede más que la realidad. Así es, la cultura no prueba del todo ser "real" en todos los casos. Y la humanidad le hace caso a lo que le han dicho es y no a lo que su cabecita loca (bueno la de cada ser humano que conforma a la humanidad) podría dilucidar.
Sobre todo si ahora nos atiborrará la tele con sus monigotes frente a cámara leyendo lo que se supone (para ellos, no para los lunáticos) es la verdad, la verdad incuestionable: lo que dice la diosa Televisión.
Será el santo...o el perro aguayo, pero ahí hay algo que no hemos podido entender cabalmente.
Por lo de las razas: tampoco entendemos ahorita ni jota.
¿Qué tanto es bueno que a nuestros pequeños les enseñen en las escuelas que tú eres de un color y ese de allá es de otro; que tú eres flaco y tú un obeso?
Ah, clasificaciones, ¿qué haríamos sin ellas? Seguramente habría menos guerras.
Bienvenido sea entonces, este extraño, muy extraño para nosotros, onomástico.
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Aprovecho para desearle un muy feliz cumpleaños a Lu.
ResponderEliminarTe tengo en el corazón...en ese imposible que fue nuestro amor.
Y no te olvido.
Un abrazo, querida Lu.
Sigue siendo la radiante luz que me quiso como nadie.
Lamentando terríblemente, y con la herida ahí, tocándola, no haber podido correspoderte como merecías.