Feliz cumpleaños señor

Hoy es cumpleaños de Octavio Paz.
Un señor que he extrañado mucho porque sus revelaciones y reflexiones elevaban las discusiones y conversaciones políticas, filosóficas, culturales a alturas insospechadas. Siempre luminoso, siempre correcto en su lenguaje, moviendo su mano como contando las sílabas mientras destruía mitos, erigía monumentos de lenguaje y admiraba a la mujer.

Se extraña mucho porque todos sus clonecitos se hicieron más chiquitos cuando él se fue, y sus intentos por copiarlo han resultado ser inútiles. Imposible copiar a un poeta original, preciso, claro, sabio, apasionado.

Gracias a él se me abrieron las puertas de otras literaturas, de más poetas y escritores y pensadores. Gracias a él me di cuenta de que tal vez había algo de poeta dentro de mí.

Polémico, a veces soberbio, a veces un dulce niño; el par de veces que me topé con él siempre fue amabilísimo (yo creo que sabía tratar a sus fans), siempre te miraba a los ojos y sonreía, siempre decía: muchas gracias, muchas gracias a usted.

Un hombre con gracia. Un hombre que no fue un desgraciado pero que fue muy cabrón.

Un hombre al final con sus defectos y sus virtudes grandiosas.

Lo sigo leyendo, lo visito siempre, porque me abrió la mente, porque me enseñó a pensar.

Cada año que pasa, que yo me vuelvo menos joven, me sorprendo más y más por su increíble poesía que se ve simple pero es lo más profundo que he leído y diáfano.

Octavio Paz, por supuesto que se merecía el premio Nobel. Creo que si no lo hubiera recibido no hubiese importado, es tan grande como Borges.

Yo siempre me imaginé que en otra dimensión Octavio Paz estaría conversando sin ningún problema con su heroina, Sor Juana.

Sus ensayos son espejos de luz, interconectando culturas y zonas que parecían dispares, escribe con una claridad asombrosa, señal de una mente ordenada, organizada, súper analítica.

Prosa impecable y documentada; poesía sabia, rica, seca. No cursi, no para llorar, sino para reflexionar, quieta, agua clara sin ondulaciones, transparente...

Su poesía es ese momento en el que te puedes comunicar con tu otro yo, contigo mismo, ese que está a veces tan lejano de nosotros.

Feliz cumpleaños, maestro...

Tuve que lavarme la mano luego de varios días, ni modo, pero estrechar la mano de uno de mis héroes, uno de los dioses del olímpo de la poesía, ha sido una de las experiencias más felices de mi vida.