noticia cotidiana

Sí, todo está terrible. No se ven salidas. Todo es encierro total en nuestras vidas.
Se buscan escapes. Escapes momentáneos: ver la televisión, dos muertos en vida frente a la tele, frente al extraño que acapara la intimidad de la habitación. La tele ahí en medio de dos, partiéndolos a la mitad.

La tele en la mañana, a la hora del desayuno, que ni es una hora sino un licuado de todo, para llenar. Para llenar los espacios vacíos.

El trabajo, el tráfago del trabajo, lo mismo, otra vez lo mismo, una y otra vez.
Ser más que aquél, demostrar. Tengo que demostrar. Tengo que subir. Tengo que ganar más. Me tienen que reconocer. Yo soy mejor que él. A él lo pusieron ahí porque tiene palancas. A ella la pusieron ahí porque es una puta. A él lo tienen ahí porque es puto. A ella la tienen ahí porque es la sobrina del socio.

Menos productividad (sea lo que fuere esa empresarial palabra) más messenger.
Cuenta atrás para la hora del café con la señora que vende los cafés y el pancito.
Cuenta atrás para salir a comer. Se está a dieta, no se puede estar a dieta. Hay que comer. Llenar esos espacios vacíos.

Volver a la oficina. Otra vez lo mismo. Unos salen a su hora, al tránsito de locos, al tránsito que culpamos a otros, al tránsito del que nosotros formamos parte.
O al Metro, a los más de cuarenta grados.

Unos no salen a su hora, porque excusan tener mucha chamba. O no son eficientes o no quieren volver a casa, ver a la pareja, tener que hablar de nada, checar notas de pago, deudas de tarjetas, el niño se pegó en la escuela, la niña va mal. Mejor quedarse en la oficina con el pretexto de que hay mucho tráfico, me tengo que esperar.

¿En qué momento fuiste feliz?
¿En qué momento te diste cuenta de ti?
¿Es cierto que te das un tiempo para ti?
Y si te das ese tiempo, ¿qué haces con ese tiempo?

Noticias: noticias en la mañana con estúpidos que se quieren hacer los simpáticos, que preguntan idioteces y les pagan millones y si los ves en la calle te mueres por ellos y les pides autógrafos.

Noticias en la radio, noticias que no son noticias: son quejas. Todos nos quejamos.
La ciudad dolida vive aquejumbrada. Se duele. Nos quejamos. Todo mal. Todo mal. Nadie hace nada. Ora sí se viene una revolución. La gente ya está cansada.

No vamos a hacer nada. Nos quejamos, sabemos hacerlo, es fácil, es mortal.

Noticias que nos hunden, noticias que quieren hacernos sentir mal y lo logran. NOticias que quieren que nos preocupemos y lo logran.

Cuida tu salud, ten buenas nalgas, sé atractivo, engaña, cógete todo lo que se te pare enfrente.

Demuestra. Demuestra que eres hombre. Demuestra que eres mujer. Demuestra que te vale ser homosexual.

Si hace sol. Mal.
Si hace frío. Mal.
Si hace viento. Mal.

Nada nos parece. Todo nos parece mal. Y nosotros sí sabemos de política y de futbol.
¿Por qué no nos lanzamos nosotros a la presidencia?

¿y hoy qué cosa linda hiciste?
¿Hoy qué te lleno de felicidad?
¿A quién le dijiste en su cara que lo querías (no en el facebook)?
¿A quién le llamaste para decirle nada más que lo extrañas?

A nadie.
No hay tiempo.
No tenemos tiempo.

Seleccionamos a quien responder en el Facebook y a quien ponerle de vez en cuando un "i like it" porque no tenemos palabras para él, para lo que hace, que reprobamos tanto.

Nos movemos en las "redes sociales" porque queremos ser muy sociables y humanos y civilizados. Entre más finos y correctos nos veamos, mejor. Hay que complacer.
Hay que ser aceptados. Hay que aparentar que somos muy felices con todos nuestros hijos y la tele en mitad de la habitación. ¿Hace cuánto que hiciste el amor? ¿Hace cuánto que cogiste? ¿Hace cuánto que no te arrebata la locura del amor y dejas todo por el amor?

No, ya somos maduros. Eso era cosa de chicos. O de grandes que no aceptan que ya no son jóvenes. Así lo vemos.

Somos tan importantes. Es tan importante lo que hacemos. La oficina no anda sin nosotros.

Y esto es vivir en el planeta Tierra.

Pon tu alarma: mañana comienza otra vez.

Mientras yo anoto lo que no quiero volver a ser.
Mientras arrojo la tele por la ventana, que se la lleve la señora de la basura.
Mientras decido que no sabré por quién votar.
Mientras decido ser feliz en mi nada.
MIentras decido amar como un loco, amar de verdad como si fuese una amenaza de muerte de Dios: ama, hijo, ama o te mueres orita.

Mientras intento localizar mi pulso, oir mis latidos, sentir mi respiración.
Mientras trato de no sentirme tan mal por lo bien que me siento...por respeto a todos ustedes que son personas serias, responsables y obligadas.

Mientras me pierdo en tu fotografía y compruebo que entre todo este remolino existe un río calmo, hojas verdes y aromáticas de futuros apasionados.

Mientras te miro distraída hacer tus cosas y agradezco tanto haber nacido pues te estoy contemplando

Te leo
Y dejo pasar el tiempo depositando mis ojos en tu cuerpo