tendremos muuuucho tiempo para no vivir

Cuándo una noticia acapara la atención de medio mundo y al parecer “es real”, ¿acaso no es también un distractor? ¿Qué diferencia tiene una noticia que supuestamente está fabricada de una real y en dónde atribuímos que la primera es “para distraer” y la segunda no?
¿Una noticia real no es igual o más distractora que una fabricada?

Me parece que nosotros mismos nos hemos inventado unos códigos un tanto curiosos. Ni siquiera podría nadie decir que tiene los pelos de la mula en la mano para aclararnos cuál es la noticia verdadera de la inventada.

Los juegos de la selección nacional, las telenovelas, los mismos noticiarios, la niña en el colchón, el político desaparecido, ¿no son todos acaso distractores? ¿Qué es lo distractor y qué es lo que no?

Cuando decimos, en este y otros casos distintos, “es pura publicidad”…si lo sabemos, ¿por qué volvemos a caer en su supuesto embrujo? Si la publicidad es tan malévola y poderosa, ¿por qué no funciona cuando todo el espacio de una cajetilla de cigarrillos nos advierte que estamos en riesgo de morir de cáncer?

¿Por qué todos alegamos que “estamos informados” cuando sólo medio leemos un diario y nos zampamos completos los noticieros de la tele y de la radio?

El que un “lector de noticias” (llamados periodistas –cuando periodista no es leer los textos en una pantallita que le hace aparentar nos mira a los ojos) comience a despotricar sus muy cuestionables opiniones ¿lo hace objetivo? ¿Tiene que ser “objetiva” la prensa? ¿Lo es?
Alguien que sabía de esos intrígulis decía que no. Un señor Kapuscinski.

¿Todos estamos bien informados o excesivamente informados o caóticamente informados?
El otro día, un despistado le exigía a una poeta (la cual admiro sinceramente) “¡dónde está tu búsqueda del caos!” Loco no era, era simplemente un ignorante. La poesía busca la armonía, insertar lo más profundo del ser humano en la danza universal.

Mucho tenemos ya de caos, hartos ya estamos de eso…o tal vez muy acostumbrados.

Recobremos la armonía, vayamos tras ella…intentémoslo.
Pongámosle un gramito de poesía a nuestra vida, metiéndole un sueño en su cabecita loca.
Si no lo hacemos nosotros para nosotros, para nuestro íntimo placer…¿quién?

Enamórate, vuélvete loco, piérdete para encontrarte, búscate en la mirada del otro, besa, besa mucho, idolatra a tu dios o diosa, desvívete viviendo…ya tendremos muuuuuuuuucho tiempo para no estar vivos.