hoy rompió la monotonía del día una niña hermosa que entró, resguardada por su madre, al starbucks de polanco.
Vestida como onda 60`s, un cuerpo impresionante y de tez blanca tersa y perfumada.
Andaba como si ella no estuviese enterada de su belleza.
La madre vigilaba en todas direcciones. La mamá nada qué ver con la hijita.
La hijita fingiendo que no sabía que todas las miradas la rodeaban y la exploraban, silenciosa complicidad de una congregación fascinada.
Aire fresco.
Salió.
Y se encaminó a ese nunca en dónde sólo el recuerdo se desprenderá intocado y quieto
Y ella ni cuenta se dio
Todo un manifiesto contundente...bello
La cantidad de cosas que podemos ver y esa incesante necesidad por desmenuzar, incluso, lo más cotidiano...un encuentro casual puede ser lo más increíble...si vieramos más y criticaramos menos encontrariamos tesoros en cualquier persona...
ResponderEliminaryo también he imaginado historias... =)
me encantó eso: ver más criticar menos.
ResponderEliminardisfrutar namás
tenés que contarme esas historias