lunes, 12 de julio de 2010
Thirst: tal vez la mejor película de Park Chan Wook
La última película de Park Chan Wook confirma como la maestría de un director que domina plenamente sus recursos puede conducirnos a una experiencia que podemos ahora sí llamar CINE. Pues, contradictoriamente, al cine le ha hecho falta cine.
Reinvindica el género de vampiros dentro de eso que no tenemos más remedio que llamar postmodernismo. Si hay un realizador postmoderno ese es Park Chan Wook, pues entremezcla tonos e intensidades que a veces se confunden y que por ello son propias de esta época. Comedia y drama, terror y gore, suspenso, romanticismo y el más exquisito erotismo que hace mucho no se admiraba.
"Thirst" es un manifiesto de arte, cada cuadro parece un retablo, una instalación que podría mostrarse en un museo nada más para ser contemplado.
El dominio del director para plasmar su visión no escapa al menor detalle: los actores están impecables, sorprendentes. La actriz principal, como dicen, se lleva la película: a veces fea, luego se torna hermosa, luego insípida de pronto atronadoramente seductora, sexy, cruel, loca, malvada...una clase de actuación. El actor tampoco se queda atrás con un performance sutil y elegante que recupera todo el misterio que debe reflejar un vampiro y que en últimas entregas, que nada más explotan lo evidente, han destruido.
Maestría técnica, maestría en el manejo de las tonalidades en la actuación, un guión brillante. Se ha dicho que podría haberse recortado unos 20 mins. No importa: se goza de principio a fin. Es un deleite.
Qué gran película.
Tal vez la mejor de él. Y miren que es el mismo realizador de "Oldboy" y "Lady Vengeance".
Ahí nada más para que se den un quemón.
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