TOLEDO. su no cumpleaños

El sábado decidí recorrer el Centro Histórico de la Ciudad de México: varipinto, contrastes, claroscuros.

Desayuné en el Palacio de los Azulejos, en el primer Sanbonrs, el de la calle de Madero, donde han pasado casi todas las personalidades que uno se pueda imaginar: desde Zapata y Villa, hasta María Felix, pasando por Maradona y llegando a Carlos Fuentes.

Con solo un par de mesas ocupadas por turistas entusiastas, leí La Jornada y EL País. El primero muestra en su portada la noticia del carro-bomba que estalló el viernes en Ciudad Juárez. Pensé en la ineficacia que insiste en seguir implementando el gobierno federal. Recordé los no muy remotos días en que las premisas eran: dialogar. En que la premisa era: No a la guerra.

Más atrás, los sesentas que gritaban: Amor & Paz. Esto no tiene cabida en el pensamiento del actual gobierno. Es lástima: si un rayo de magnanimidad, de lucidez que ya no de humildad cayera sobre sus cabezas se limpiaría en mucho la imagen oscura con que se ha pintado este sexenio.

Pensé en la novela que toca el tema de Juárez y en como se hace pequeñita ante la atrocidad de la realidad.

Noticia agradable: el 17 de julio: cumpleaños de Toledo, el más grande artista vivo con que cuenta México. Uno de los más grandes del mundo, sin duda.

La Jornada le dedica un riquísimo bloque de páginas a su celebración. A Toledo le chocan los homenajes y las celebraciones de este tipo, pasaría su día en compañía de su familia y haciendo lo que siempre hace, que es mucho.

Aparte de contar con una obra trascendental y que aún no goza de toda la difusión que debiera en México, aparte de ser un gran dibujante, un gran diseñador gráfico, un pintor sobresaliente e impactante, un artesano que ha logrado fundir sin división perceptible el sentimiento antiquísimo de su cultura oaxaqueña con la contemporaneidad de su mano; es también un notable activista por los derechos de su gente en Oaxaca.

Todo un héroe en el más respetuoso y noble sentido de la palabra.

Ha fundado el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), La biblioteca para invidentes JOrge LUis Borges, el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, el Centor Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, la Fonoteca Eduardo Mata, el cineclub El Pochote, El Centro de Artes de San Agustín (CASA).

Ha sido defensor del centro histórico de Oaxaca evitando que se construyan adefesios de concreto, que se instale un MacDonalds. Se ha manifestado en contra la construcción de un Wallmart en Teotihuacan...

Un artista, un activista político que ha usado la paz y el recurso de su palabra contundente cuando tiene defender algo con ella, pues no habla mucho. Piensa mucho, crea mucho, dice poco. Hablan sus obras.

En Toledo se pueden dimanar perfectamente al artista y al activista. Y sin embargo conviven sin ningún problema pues un mismo hombre es ambos o muchos. Es todos nosotros.

Toledo es el ser total de la cultura: que venera y propaga el arte, que comparte, que cuida lo que sabe no es de él ni de nadie sino de todos: el entorno ecológico, el bagaje cultural e histórico, los derechos que son de todos, la belleza que es de todos.

Toledo es nuestro ejemplo de luchador y héroe: no hace más aspavientos si no es con la palabra certera, ya sea en escritos u oralmente. Ya sea con su elocuente obra como dibujante, pintor o artesano.

Toledo es nuestro ejemplo de héroe porque personifica lo más profundo de las raíces del hombre, de su historia ancestral y su actuar contemporáneo comprometido únicamente con su entorno: un hombre universal, que se funde con lo demás.

Que no da espacio ni para sí mismo.

Toledo es nuestro héroe, nuestro modelo de héroe.

Como artista, aunque el diga que no sabe, podrá estar, sin exagerar al lado de Picasso, en su sitio particular. Así de grande como artista es, así de distinto.

Toledo cumplió un año más de vida que como él bien dice: "pss, de qué quieren que les hable, de la próstata, de las vértebras, del hígado, de qué? jajajaa"

"Ya estoy harto de homenajes, de los amigos. Ya no estoy para eso; ya soy cmo parte de la Guelaguetza, jajajaja."

"No sé qué reconocerán: a mí no me sirve de mucho el reconocimiento a los 70 años. El tiempo me pondrá en mi lugar y no precisamente en las primeras filas."

Toledo ahora está trabajando el vidrio y la gráfica en mosaico, por el momento le aburre pintar.

Toledo, nuestro ejemplo de rebelde.