Carta de luna llena

Queridos amigos lunatics:

Otra luna llena llena de fuegos artificiales, de encuentros desencuentros, de choques que al final son con nosotros mismos pues nos enfrentamos a aquello que no podemos o queremos comprender y que tiene que ver, infaltablemente, con las heridas de aquellos pasados que creímos haber pasado.

Es natural mas doloroso. Pero sólo lo que duele fue lo que fue una ilusión vívida o una realidad ilusionada. Duele porque se siente. Duele porque se espera o se esperaba más. Duele porque uno pone en juego esperanzas, pone el aliento en vilo para que vengan a hablarnos con los mismos aires. Cuando estos no coinciden y se estrellan nuestros pensamientos cual murallas, como olas contra los arrecifes, nos desconcertamos y estamos de pronto convencidos que nada sirve, que no existe utilidad en la aventura de cruzar ese mar en el que nos encontramos aún, en medio y sintiéndonos irremediablemente solos.

Pero siempre hay una luz allá, un faro. Y si intentamos ser sinceros con nosotros mismos (porque al final toda esta batalla es con ese yo que creíamos haber deterrado), si somos verdaderos y nos pringamos en ese fondo sin fondo que es nuestra alma, podremos sacar un pez de plata y devorar su conocimiento.

Sabemos cuando nos quieren, sabemos y sentimos cuando nos quieren querer. ¿Qué queremos realmente? Duele pero ahí en ese dolerse está la respuesta...y nuestra verdad.

Que pasen una luna llena lo más pacífica posible.
Un abrazo.