Todos tenemos algo de pistola

Amigos lunatics:

Todos tenemos algo qué ver con lo que sucede en el mundo. Bueno, malo o como lo queramos llamar.

Todos tenemos algo qué ver con que sucedan crímenes insospechados, anticipados, esperados y no.

Cuando ni siquiera queremos darnos cuenta de las cosas y volvemos el rostro hacia otro lado.


Es cierto, no nos gustan las cosas que no nos gustan.

El caso de Ciudad Juárez es el de la tierra de nadie. Pero es de todos.
Una zona desértica en donde el tránsito de las cosas pasajeras no pasan. Dejan huella.

Se van los que siempre andarán pasando. Pero se queda el rastro marcado en los rostros de mujeres y niños.

Se queda el dolor en la mirada y la desesperanza.

No hay nada más terrible que la desesperanza. Y Ciudad Juárez es la ciudad de la desesperanza.

Se dejó ir, se corrió como hebra de hilo de sangre.
Sin ley, sin orden.

Negocios fáciles. Gentes con necesidad de ganarse una moneda. Gente que tiene qué. Que no tiene de otra. Porque los gobiernos no están, no les importa. Les vale.

Es como un hoyo negro que succiona y succiona y se queda vacío de nuevo.

Un problema que atañe al país vecino del norte...y también de los del sur.

¿No habrá que construir un muro también abajo?

¿Por qué nadie dice nada al respecto de la nula vigilancia que hay en la frontera sur?

Si cada uno de nosotros no tiene conciencia de ello y no hace lo posible por tratar de hacer una vida más pacífica en las cosas más cotidianas de su vida, ese hoyo gigantesco seguirá creciendo.

Esa mancha sin vergüenza.

Y todos vivimos en el mismo planeta...no hay otro. Por lo menos para nosotros.

Fotografía: adam voorhes