martes, 26 de enero de 2010
Dejar de fumarte es un arte
Amigos lunatics: qué tal cuando alguien nos ha arrebatado el corazón y sus llamas, y tenemos..sí...tenemos que fingir demencia senil o no, y nos hacemos patos o patas y no queremos admitirlo. Y a veces hasta resulta que odiamos a ese ser que descaradamente y sin mediar mucha palabra se lleva el órgano que bombea la sangre a todo nuestro cuerpo. Y nos incendiamos por dentro...y entonces encendemos un cigarrillo y nos ponemos a reflexionar en qué caramba momento ese espíritu, bello e inaudito para nosotros, vino a causarnos estos estragos de tener su imagen en todas partes: en clases, mientras el profesor habla cosas que no interesan, mientras las noticias nos quieren inundar de inseguridad y pesar, mientras todo el mundo gira, a nosotros no nos pasa mas que la interrogación del ¿y ahora qué voy a hacer?
Ah, el amor, amigos lunatics...malvado amor, precioso amor (ah! ahora que escribo esta entrada está en radio lunatic "Slave to the rythm" con Grace Jones..deben oírla...que cachondez)..bueno...y decíamos (con este marco musical), dándole el jalón al cigarro, viendo a ese ser pasar, se nos viene una resolución. Entornamos la mirada, inclinamos un poco la cabeza, hacemos cara interesante y decretamos: te voy a hacer mía (o mío según el caso). Me las pagarás...Y lanzamos la colilla y la aplastamos como si fuese un insecto, como si fuese ese amor descarnado que se nos alebrestó.
Con todo y todo...trinche amor...que nos mata y nos da la vida...
Con todo y todo...y que a mí no me gusta fumar (jajja) ¡qué expresión tan hermosa surge del rostro de las mujeres (crueles de divinas) cuando fuman!...
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Pero sólo en esos momentos. Como que fumar así mucho no se nos da en la LUna. Y luego besos sabor a tabaco que ya murió...como que no. Pero en la Tierra la libertad tiene que imperar. No sólo lo comentamos. Preferimos aire puro y bocas que sepan a fresas, a chocolate, al aroma límpido de una mujer hermosa y de cabello volando al aire..
ResponderEliminarPero, hay mujeres que con un cigarro en la mano te derrumban. Y dices, qué importa un cigarro o dos si tienes el placer de observarla inmersa en sus pensamientos y tramando estratagemos en cada bocanada... eso lo aprendí hoy. Gracias.
ResponderEliminarY las figuras que serpentean al aire y que dicen cosas, esas figuras de humo y huelen y que vuelan....ah...