Ella, la otra y yo

Salimos como siempre, aparentando no conocernos. Él dice que hay que tener cuidado. Qué eso es además muy excitante, ¿por qué me siento tan extraña? Él hablaba mucho cuando apenas nos conocíamos, tomábamos un café que duraba horas. Veía sus ojos, veía que era sincero o me daba confianza. Creí verme en él. ¿Por qué me siento tan mal si a todo mundo digo que me encanta mi vida y que soy libre? Él jura y perjura que me ama, y que pronto la dejará por mí. ¿Cuántas veces me ha dicho lo mismo? Él me dice que estuvo a punto de dejarla ayer pero que le han descubierto una extraña enfermedad, que no puede abandonarla ahora, que es la madre de sus hijos. Yo espero. Le creo. ¿Por qué me siento tan mal? Él me dice que ella está embarazada, que no sabe como sucedió, que su relación es mecánica, que tiene que dormir junto a ella pero que nunca hacen nada, y si lo hacen, es por obligación. ¿Por qué me siento tan mal?

¿Y si le digo que yo también tengo a alguien? Le destrozaría el corazón. ¿Y si le digo que me siento mal de estar, una mitad de mí aquí, y otra mitad de mí allá?

Siento que yo no soy yo, que soy la otra, que soy simplemente otra...que soy ella, la extraña de mí misma.

Nos veremos mañana de nuevo furtivamente, sólo un par de horas, durante el tiempo del almuerzo. Siento que lo quiero. No sé mucho de él. Ni él mucho de mí. ¿Qué estoy haciendo aquí?