Paz Paz Paz para todos

Aquellos que conocieron a un ggt gabo fúrico y estruendoso se llevaron una sorpresa años después cuando vieron en su mirada a alguien muy tranquilo y pacífico. Mucho le debo a las enseñanzas de Su Santidad el Dalai Lama. Un día, en el Sanborns de Río Tibet en Ciudad de México, un libro me llamó. Yo curioseaba y de pronto giré y un libro me atrajo, me llamó: "Transforma tu mente". El texto parecía hablarme a mí diciéndome: "A ver, Gabo, la cosa es así..." No digo, obviamente, que sea yo un santo o alguien iluminado, pero el chiste de seguir un ideal o una creencia, cualquiera que sea, es el intento, el camino. Muchos se desilusionan de sus religiones porque sienten que han sido defraudados. Muchos ven con incredulidad a alguien que abraza otro pensamiento intentando, digamos, redimirse. Al primer error exclaman: Ya ven, hipócrita. Y no. Es el intento, el esfuerzo diario de mejorarse. Cada grano puede hacerle bien al mundo. No es mi propósito sermonear, sólo quería exponer los cambios tan positivos que hizo en mí. Y uuuuy falta mucho que hacer, pero ahí va uno, paso a pasito. Paso a pasito...llegaré.