Comic Black World

Un día despertó superhéroe. En su andar se topaba con los habitantes de la que ayer fuese su ciudad. Lo miraban con asombro, con miedo. Era distinto, ya no era el de antes, ya no era el de ayer. Portaba ropas que para el común de la gente eran extrañas. Era alguien extraño. El superhéroe se topó con obstáculos constantes que lo probaban a que echara mano de sus poderes. Pero él insistía en ser normal, como todos, para ser aceptado. Hasta que sufrió una grave pérdida, de esas irrecuperables. Entonces decidió, con rabia y desconcierto, aplastar a todos los que lo habían rechazado, los que habían dudado de él. Logró su cometido pero su mundo se tornaba más negro y confuso. Se fundió en su mundo y no veía más ser que no fuese él mismo. Comenzó a hartarse de lo que hacía y de la abundancia que,supuestamente le daría la felicidad. Un buen día abandonó todo y a todos, huyó a un bosque volando. En el aire helado, surcando nubes densas, miró estrellas deslumbrantes, miró lucecitas que viajaban de un lado a otro, como un sistema nervioso eléctrico. Miraba la tierra que dejó, miraba hacia abajo, el manto iluminado por los seres humanos. Ahí estaba su hogar ¿qué caso tenía huir? Estaba enojado consigo mismo, no con los demás. Comprendió que tenía que luchar contra sí mismo, no contra los demás. Comprendió que sí, sí había cometido errores, que talvez había fallado, pero también que sólo activando el último y más difícil de sus poderes volvería todo a la normalidad, con sus claro oscuros, pero con soles y lunas y colores. Entonces emprendió el viaje de vuelta: se perdonó.